READINGS: ST. LUIS BERTRAND
![]()
Invitatory Psalm & BACK![]()
Psalm 19A: Hebrew English Then BACK![]()
Psalm 64: Hebrew English Then BACK
or
Psalm 97: Hebrew English Then BACK
1 Corinthians 9:16-27ἀνάγκη γάρ μοι ἐπίκειται: οὐαὶ γάρ μοί ἐστιν ἐὰν μὴ εὐαγγελίσωμαι.
εἰ γὰρ ἑκὼν τοῦτο πράσσω, μισθὸν ἔχω:
εἰ δὲ ἄκων, οἰκονομίαν πεπίστευμαι.
τίς οὖν μού ἐστιν ὁ μισθός;
ἵνα εὐαγγελιζόμενος ἀδάπανον θήσω τὸ εὐαγγέλιον,
εἰς τὸ μὴ καταχρήσασθαι τῇ ἐξουσίᾳ μου ἐν τῷ εὐαγγελίῳ.
ἐλεύθερος γὰρ ὢν ἐκ πάντων πᾶσιν ἐμαυτὸν ἐδούλωσα, ἵνα τοὺς πλείονας κερδήσω:
καὶ ἐγενόμην τοῖς Ἰουδαίοις ὡς Ἰουδαῖος, ἵνα Ἰουδαίους κερδήσω:
τοῖς ὑπὸ νόμον ὡς ὑπὸ νόμον, μὴ ὢν αὐτὸς ὑπὸ νόμον, ἵνα τοὺς ὑπὸ νόμον κερδήσω:
τοῖς ἀνόμοις ὡς ἄνομος, μὴ ὢν ἄνομος θεοῦ ἀλλ' ἔννομος Χριστοῦ, ἵνα κερδάνω τοὺς ἀνόμους:
ἐγενόμην τοῖς ἀσθενέσιν ἀσθενής, ἵνα τοὺς ἀσθενεῖς κερδήσω:
τοῖς πᾶσιν γέγονα πάντα, ἵνα πάντως τινὰς σώσω.
πάντα δὲ ποιῶ διὰ τὸ εὐαγγέλιον, ἵνα συγκοινωνὸς αὐτοῦ γένωμαι.
οὐκ οἴδατε ὅτι οἱ ἐν σταδίῳ τρέχοντες πάντες μὲν τρέχουσιν,
εἷς δὲ λαμβάνει τὸ βραβεῖον; οὕτως τρέχετε ἵνα καταλάβητε.
πᾶς δὲ ὁ ἀγωνιζόμενος πάντα ἐγκρατεύεται,
ἐκεῖνοι μὲν οὖν ἵνα φθαρτὸν στέφανον λάβωσιν, ἡμεῖς δὲ ἄφθαρτον.
ἐγὼ τοίνυν οὕτως τρέχω ὡς οὐκ ἀδήλως, οὕτως πυκτεύω ὡς οὐκ ἀέρα δέρων:
ἀλλὰ ὑπωπιάζω μου τὸ σῶμα καὶ δουλαγωγῶ,
μή πως ἄλλοις κηρύξας αὐτὸς ἀδόκιμος γένωμαι.
or Luis Bertrand, Sermon:
Mirad que está cerca el que me entrega
Volvió de nuevo Cristo a sus discípulos, y al encontrarlos todavía durmiendo, les dijo: ¡Dormid ya, y descansad! Y dirigiendo los ojos hacia Jerusalén, añadió: Mirad que está cerca el que me entrega (Mt 26,45-46). En el libro de los Reyes se cuenta que Elías dijo un día a su criado: Observa si se levanta alguna nube en el mar. Y que el criado vio una nubecilla pequeña como la huella de un hombre (3 R 18,44). ¡Oh Jerusalén! Tú eres este mar, porque en ti son atropellados los justos, pues es grande como el mar tu tribulación (Lm 2,13). De ti sale Judas, que es como esa nubecilla semejante a un hombre. No es hombre, sino sólo semejante al hombre. Protegeos, Señor, que en Jerusalén se ha levantado una bestia fiera para tragaros. ¡No, dice Cristo; quiero aguardarla!... ¡Oh Josué!, ¿por qué no huís? Mirad que tenéis muy cerca al ladrón que robó lo que Dios había mandado que no se tocase. ¿Por qué no huís? ¡Oh buen Josué!, que tenéis a vuestro cuidado a todo el género humano, que hurtó la manzana prohibida, y Dios puede permitir que seáis vencido, como lo fue entonces Josué (cfr. Jos 7). ¿Por qué no huís?... Llegó Judas, y Cristo le dio con toda mansedumbre el beso de paz. ¡Oh gran Jacob, que te veo postrado a los pies de tu cruel hermano, Esaú! ¡Oh Judas!, ¿no bastaba este beso para ablandar tu corazón?... ¡Oh mi Dios y Señor! ¿A quién besáis en la boca? ¿A un hombre falso que dentro de poco lo veréis en el infierno?... ¡Cristianos que me escucháis! Aprended de Cristo a perdonar las injurias, pues si tu hermano te hizo traición, al fin se arrepintió de ello. Fijaos en lo que Cristo le dice a Judas: Amigo, ¿para qué has venido? (Mt 26,50). Lo llama amigo. ¡Oh misericordia de Dios! A este saludo de Cristo, que llama amigo a Judas, se acogen los pecadores con gran confianza, porque si al que viene a entregarlo lo llama amigo, ¿qué hará con el corazón que le suplica misericordia? ¡Oh, cuántas invitaciones le hace Dios al pecador para atraerlo hacia su amor!... Ciertamente, Señor, que Judas se dio mucha prisa en cumplir lo que le encomendaste anoche: Lo que has de hacer, hazlo pronto (Jn 13,27). ¡Qué buena prisa y maña se ha dado en este negocio! ¡Oh Judas! ¿Y cómo te atreves a quebrantar las palabras de tu Maestro, y a mantener tu palabra con el mundo, por treinta monedas?... Observa cómo el lobo pone su boca sobre el Cordero, prefigurado en Amasá, cuando Joab lo saludó, diciendo: ¡Dios te guarde, hermano mío!; y a continuación lo mató (2 R 20,9-10). Decidme, caballeros cristianos: ¿Cómo guardáis la palabra que disteis a Cristo en el bautismo prometiéndole seguirle? Veamos: ¿Amáis más al mundo que la palabra que les disteis a Cristo?... Dice San Ambrosio: ¡Oh Judas, y qué sacramento has vendido! ¡Oh lisonjeros, que os acercáis a comulgar a Cristo y no estáis aparejados como conviene, y al recibirlo lo vendéis, pues por fuera mostráis dulces palabras, y por dentro tenéis las entrañas dañadas! Judas es figura del mundo. Pues que Dios te guarde cuando el mundo te da un beso de paz. Este beso se parece al alacrán, que con el rostro te halaga, y con la cola te pica. Y también se parece al verdugo, que sube con la escalera al condenado a la horca, lo ata, le da la paz, y luego quita la escalera, y aquél queda ahorcado.
![]()
Deus qui beatum Ludovicum confessorem tuum
per corporis mortificationem et fidei praeconium sanctorum gloriae coaequasti
praesta ut quod fide profitemur
pietatis operibus iugiter impleamus.